6 cuentos no sexistas: coeducativos

En varias escuelas de Chile se está realizando la Segunda jornada nacional hacia una educación no sexista. 

La Jornada “Nuestras voces hacen ley” busca resguardar espacios participativos de reflexión respecto de la forma en la que nos relacionamos al interior establecimiento educacional y  contribuir al proceso participativo del diseño del proyecto de ley de la Política nacional de educación en afectividad y sexualidad integral, que será presentado próximamente por el Ministerio de Educación para su discusión parlamentaria”

Extracto de https://educacionnosexista.mineduc.cl

Si bien la jornada es importante, lo ideal es no dejar el tema solo para un día o una jornada, e incorporarlo en nuestras lecturas y bibliotecas de manera intencionada. Buscando visibilizar de una manera transversal e inclusiva.

Te recomiendo 6 libros que transmiten valores solidaridad, diversidad y respeto para coeducar tanto en casa como en el aula.

1) Las princesas también se tiran pedos

¿Es posible que una princesa se tire pedos? Es la pregunta que Laura le hace a su padre tras volver del colegio. Un compañero había afirmado en clase que Cenicienta se tiraba pedos. Sin embargo, incrédula, Laura le hace esa pregunta a su padre y, para su sorpresa, éste saca de la biblioteca «El libro secreto de las princesas» en el que se documenta la verdadera historia de éstas y afirma que, sí, ellas también se tiran pedos.

Una historia divertida, que desmitifica el rol de las princesas y promueve las preguntas que pocos nos hacemos cuando somos niños, promoviendo la imaginación. 

2) Rosa Caramelo 

En la manada, todas las elefantas son de color rosa, menos Margarita. Y pronto descubrirá que las de su sexo tienen prohibido hacer cosas reservadas a los machos. Al no aceptar esa tradición mostrará a sus compañeras que la igualdad no es una utopía. 

Ha llegado el momento de cambiar la historia, cambiar las reglas y tener las mismas posibilidades y privilegios que los machos. ¿Por qué tienen que hacer las hembras de su manada tantos sacrificios? ¿Conseguirá hacer justicia y lograr la verdadera igualdad de género? 

3) Ni guau ni Miau 

Fabio es un perro muy lindo pero un poco diferente. No le gusta nada de lo que le gusta a los otros perros. no va a buscar el palito, no ladra, no se revuelca nu mueve su colita. No hace nada de lo que hacen los otros perritos. 

Un día, Max descubre que Fabio desaparece cada noche, hasta que decide seguirlo. Fue cuando lo encontró con un montón de gatitos, haciendo cosas de gatito. 

Una divertidísima y tierna historia que nos ayuda apreciar nuestras propias cualidades y a entender la diversidad.

4) Soy una niña

A la niña de esta historia la confunden constantemente con un niño. Mientras bebe un refresco, juega a hacer espuma con la pajita. Desgraciadamente derrama todo por la mesa. Oye suspirar a la camarera: «definitivamente, los niños son unos revoltosos y desordenados». ¡Pero si soy una niña! Una niña a la que le gusta ir a toda velocidad en su patinete, saltar a la piscina, tocar la trompeta, hacer ruido y brincar por todos lados. Una niña que adora tanto jugar con muñecas como hacer una carrera y ganarla. Es una niña, ¡y que nadie le diga lo contrario! ¡Soy una niña! celebra quiénes somos de una manera divertida y animada. ¿Por qué el color rosa tiene que ser para las niñas y el azul para los niños?

5) La boda 

En la boda, Julián y su amiga se sumergen en el juego y un pequeño accidente se transformará en creatividad e ingenio. Que no pare la fiesta, la fiesta de los colores, de la diversidad, de ellas, de ellos, de las uniones diferentes y el respeto.

«La boda», un canto al amor, a la diversidad, a la aceptación y a la celebración de las cosas bonitas. 

Un cuento dónde no hay muchas palabras, pero las imágenes nos lo dicen todo.

6) Vivan las uñas de colores

A Juan le gustaba pintarse las uñas de colores ¿por qué se las pinta? Simplemente porque le gusta. 

El no se cuestiona si esta bien o si esta mal. Cuando va al colegio con sus uñas pintadas, es ahí, cuando la realidad lo golpea. Empieza el acoso, la incomprensión y en definitiva los problemas. Juan ya no es feliz , es así que su padre decidió apoyarle y pintárselas él también.

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